jueves, 10 de mayo de 2007

Y ENTONCES ¿QUIEN ES EL BUENO?


Por María Camila Gómez Caballero

Diariamente, los medios de comunicación nos muestran una realidad del conflicto armado en Colombia, limitando al espectador a entender esa realidad como la verdadera, ya que el ciudadano común solo tiene a la televisión, los periódicos o a la radio como única fuente de información sobre lo que pasa en su país; y por su parte los medios reflejan una posición tan superficial de cada uno de los actores de la guerra en Colombia, que terminamos pensando que, por ejemplo, un acto terrorista es cometido por pura maldad de los autores y no porque detrás del terrible suceso, se esconden ideologías, argumentos, sentimientos e inclusive la misma historia colombiana.

Si, es verdad, sabemos que la guerrilla nos ha marcado por más de cincuenta años, pero pocos saben que los líderes de organizaciones como las FARC o el ELN son universitarios graduados de instituciones de educación superior como la Universidad Nacional e inclusive de Harvard; o bien que vienen de familias muy adineradas. Cualquiera pensaría que una persona con este perfil estaría en otro lugar completamente diferente a la guerra; entonces, ¿Qué fue lo que los llevó a estar en el conflicto?

Viéndolo así, surgen dos opciones: la primera es que por el mismo hecho de ser educados, se dan cuenta de las reales intenciones del Estado1 como por ejemplo, de propuestas que el pueblo cree que se van a cumplir y que llevarán al mejoramiento de la comunidad, pero que en realidad son fachadas de los políticos para obtener dinero fácil y cualquier otro beneficio personal, y así, estas personas optan por hacer algo en contra de toda esta injusticia y corrupción y terminan en las filas de estas organizaciones guerrilleras; o por el contrario, el hecho de tener una magnifica educación no quiere decir que sea una persona buena moralmente, y estas personas ven como una forma práctica de ganar dinero aprovechándose del otro tipo de guerrillero, es decir el campesino, que llega a estas organizaciones por el odio que genera hacia el Estado al ver la ausencia del mismo en sus poblaciones, provocando pobreza y la desesperación en las personas, que ven en la guerrilla, una protección y acogida que el Estado no ofrece.

Pero el campesino, en su misma ignorancia, no se da cuenta de que el que tiene que sacrificar su vida en cada batalla o que el que tiene que arriesgar su libertad en cada acto cometido al margen de la ley, es él, y que sus líderes ganan todos los beneficios sin mover un solo dedo.

Ahora bien, no todos los campesinos caen en esta trampa, y al no aceptar las condiciones que la guerrilla impone, esta se convierte en su gran enemigo y entonces el campesino se pregunta: ¿y yo como me puedo defender de este gigante, si ni siquiera el que se supone me debe defender se hace presente? Como consecuencia, surgen otro tipo de organizaciones como las AUC o paramilitares, compuestas por estos campesinos que optaron por tomar la justicia en sus manos y se cansaron de las presiones guerrilleras.

Pero, ¿no se supone que el Ejército tiene como fin defender y proteger los derechos del pueblo colombiano? Aquí vemos otra realidad que los medios de comunicación nunca nos muestran, ya que los soldados terminan en el Ejército por razones similares a los campesinos que terminan en la guerrilla; esas razones son el desempleo, la falta de oportunidades y la pobreza, que se ven aparentemente resueltas en esta organización que les asegura techo, comida y protección, claro esta, bajo las condiciones de ir a la guerra, dormir en un monte sobre el frío y tieso suelo, caminar grandes distancias bajo un sol infernal o por el contrario un invierno que parece nunca acabar y la recompensa es comida en lata o un encuentro con la muerte.

Aunque también hay soldados que ingresan a la institución por convicción, por que ven todos los actos atroces que a diario comete la guerrilla y deciden que no deben quedarse de brazos cruzados, aunque estos ideales son inculcados por líderes militares que igual no son los que van a luchar ni a dormir en las condiciones que a los soldados les toca vivir.

Entonces, ¿Qué debe hacer el Estado?, optar por el liberalismo, es decir ser un simple espectador de la actividad de individuos o grupos; o por el contrario debe llegar al totalitarismo de invadir la privacidad y los aspectos de la vida social.

Un conflicto social no solo es causa de personas que no se adaptan a la sociedad o que viven al margen de la ley, también se genera por la desigualdad social o de clases, y las diferentes ideologías.

Eso es lo que los medios de comunicación deben investigar, y además, aprovechar su propia condición, ya que tienen el poder de modificar comportamientos y hacer ver a los protagonistas del conflicto su propia realidad, mostrar el resultado de la indiferencia social al no tener políticos eficaces, pero también hacer ver que soluciones que al principio parecen obvias como los grupos guerrilleros o las autodefensas no son la mejor salida a la situación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Solo con el hecho de divagar de su simple opinión, concepto o tema, cree UD que esta hablando o/y contando unas historias y/o sucesos y/o sueños??? A nadie le importa lo que UD piense, o quien es UD??, se ve que es una simple estudiante, que solo enreda al lector, que no lo lleva sino a la confusión, el cual se ve su poco grado de consulta e investigación, acompañado de la pobreza de Ilustraciones o imágenes referentes a lo que podría ser lo que valdría la pena de su blog....
X FABOR, valla mas allá de sus narices....y si tiene razón, en ocupar el primer puesto de lo peorcito y lo mediocre. Roguemos que el periodismo no caiga en sus manos ni en sus compañeros, seria mejor replantear otra Carrera, para el bien suyo y del País.
GRACIAS.